Para adentrarnos en esta nota sobre el
libro “Los OVNIs de la Antártida” de la autoría del Psicólogo Social, Docente
de Comunicación Política de La Universidad del Salvador de Buenos Aires e
Investigador Ufológico Rubén Morales, con el que Línea Libre ha tenido un grato y ameno encuentro; voy a citar las
palabras del Teniente de Fragata Daniel A. Perissé, refiriéndose a un suceso de
avistamiento que sin duda marcó historia en la base Decepción allá por el año
1965, palabras que pronunció al personal de la citada base y es apertura del
prólogo de este material: “Piensen que
esto que estamos informando puede ser una contribución fundamental para el
avance de la ciencia…” y elegí citar estas palabras porque representan lo
que me significó este libro, creo que el contenido, la investigación minuciosa,
las anécdotas, las declaraciones, documentos especiales recopilados y aquí
mencionados, son fuente histórica y una gran contribución que nos permite
acceder y conocer, no solamente sobre el tema relacionado a los OVNIs , sino detalles
de este Continente Blanco, que a lo largo de la historia ha sido objeto y sujeto
de los más variados decires.
Antes de proseguir con la nota quiero
compartir con ustedes algunos datos del Sexto Continente.
Antártida, el
Continente Blanco, el Sexto Continente, el Continente Pulsante, el Hada Blanca
Terrenal que con su gelidez quema hasta los misterios que la albergan. Es el
punto más al sur de la recta meridiana de nuestro Planeta, es el continente más
helado de la Tierra, alberga entre el 70% –para algunos 80%- del agua dulce de
la Joya Azul. Se considera que quien primero utilizó el nombre Antárctica para
denominar el entonces recién descubierto continente fue el cartógrafo escocés
John George Bartholome en 1890. En teoría podemos decir, ya que el cartógrafo y
cosmógrafo flamenco Abraham Ortelius, ya ubicaba en 1570 en su mapamundi la
unión de la Antártida con Australia. Una lista amplia de atribuciones hacen
dificultoso saber quién vio primero la Región Antártica y el crédito continúa
siendo disputado.
![]() |
Mapamundi de Abraham Ortelius (año 1570) |
En verano, el
Continente Antártico tiene una superficie de 14 millones de km². Durante el
invierno, el mar adyacente se congela, dando lugar a una banquisa, y su
superficie aumenta hasta los 30 millones de km². Esta característica, le valió
a la Antártida el nombre de Continente Pulsante. Sus temperaturas medidas en
grados Celsius oscilan entre -17º a -90ºC, este último registro se considera
record como la temperatura más baja de todo el Planeta.
En promedio es el continente más seco y de más baja humedad de la Tierra,
el único lugar donde la mano del hombre no ha logrado incidir modificándolo.
Esta característica da más poder de misterio al Sexto Continente, el cual
también por lejano e inaccesible ha sido territorio fértil para especulaciones.
El Continente de La Ciencia y de La Paz: Gracias al tratado Antártico
del 1ro. de Diciembre de 1959, desarrollado en Washington DC, Estados Unidos; en
lo que es uno de los acuerdos más importantes de la historia a nivel
internacional, se estipuló que este territorio blanco se preservaría para la
paz y la ciencia, entró en vigor el 23 de junio de 1961 y comprende a
los gobiernos de Argentina, Austria, Bélgica, Chile, Francia, Japón, Nueva
Zelandia, Noruega, Unión de África del Sur, Rusia, Reino Unido de Gran Bretaña
e Irlanda del Norte y Estados Unidos de América.
En el mismo se contempla que la investigación científica y los intereses
de la investigación científica serían fundados en la libertad y el progreso de
toda la humanidad. Donde las operaciones mineras están prohibidas y los países
miembros del tratado representan el 80% de la población mundial.
También encontraron en la Antártida contexto para desarrollar historias,
grandes literatos como Edgar Allan Poe, Julio Verne, Francisco Coloane y el
Premio Nobel de Literatura chileno Pablo Neruda quién dedicó poéticas y
representativas palabras a este continente. Bajo el nombre de “Piedras Antárticas” escribió:
“ALLÍ termina todo
y no termina:
allí comienza todo:
se despiden los ríos en el hielo,
el aire se ha casado con la nieve,
no hay calles ni caballos
y el único edificio
lo construyó la piedra.
Nadie habita el castillo
ni las almas perdidas
que frío y viento frío
amedrentaron:
es sola allí la soledad del mundo,
y por eso la piedra
se hizo música,
elevó sus delgadas estaturas,
se levantó para gritar o cantar,
pero se quedó muda.
Sólo el viento,
el látigo
del Polo Sur que silba,
sólo el vacío blanco
y un sonido de pájaro de lluvia
sobre el castillo de la soledad.”
![]() |
Foto nocturna del Destacamento Naval Decepción en la Antártida Argentina, año 1961, (Fotografía perteneciente al archivo de Rubén Morales y de la autoría de Carlos Portaluppi) |
Y en su “allí termina todo y no termina,
allí comienza”; me deja un marco para dar inicio a la entrevista de Línea Libre
con el Investigador Rubén Morales, infusiones mediante y debo decir también en
la compañía de Rosa Sanchez, amiga común quien propiciara hace tiempo mi
contacto con el autor del material que hoy tratamos.
L.L.- ¿Qué hizo que focalizaras tu
investigación en La Antártida, qué circunstancias te atrajeron?
R.M.- Es interesante el hecho de que es
un continente prácticamente desconocido para la mayoría de la gente, porque es
muy difícil acceder, es el único continente que no tiene habitación permanente,
porque incluso las bases se van renovando año a año, por lo que no hay
población estable. Ni animales de cuatro patas, salvo los que puedan llevarse,
la superficie se duplica en invierno de 14 millones de km2 a 30 millones de km2
y es muy virginal el estado en el que se conserva gracias al tratado antártico
de 1959.
Básicamente la Antártida me interesó
desde que comencé en el tema ufológico, había un dato fundamental, que fue el
hecho de que se dieran comunicados oficiales, en el año 1965 se lanzaron dos
comunicados oficiales de la Secretaría de Marina, aceptando que se habían visto
objetos extraños que no se podían identificar sobre los Destacamentos de
Decepción y Orcadas, causando alteraciones magnéticas, en el caso del
Destacamento de Orcadas.
L.L.- ¿Alteraciones magnéticas?
R.M.- Eso informó la documentación
oficial, menciono en el libro la primera versión, para que el lector pueda
acceder a la versión más precisa, ya que hubo varios medios que republicaron
con errores.
Efectivamente en el Destacamento Orcadas
se percibió en los variómetros que están en la Base, destinados a medir la
variación del campo magnético terrestre, provocado por tormentas solares o por
otro tipo de fenómenos. El 3 de Julio de 1965, pasadas las 17 hs. y
coincidiendo con el paso de un objeto veloz, una luz que pasó fugazmente, que
fuera registrada por dos meteorólogos, con una trayectoria parabólica, según lo
declaró el informe que fue presentado oficialmente y según lo declara el
testimonio del radiograma que se mandó desde la Base Orcadas a Hidrografía
Naval; de ese radiograma no se conoce la versión oficial, ya que en ese momento
y creo que también ahora hay una serie de convenios con Estados Unidos, y en
aquel momento estaba el Proyecto Blue Book (Proyecto Libro Azul), por lo que la
Marina informó inmediatamente a Estados Unidos, allá se han desclasificado.
Y con el caso de Orcadas si bien fue una
caída fugaz que podría haber sido un meteorito, un aerolito, lo que me llamó la
atención es que se pusiera en duda justamente porque los que reportaron esa
información eran dos meteorólogos de intachable trayectoria –porque también
hubo un tema con algunos documentos publicados y algunos ámbitos que decían que
eran confusiones, que eran personal poco entrenado, sobre todo informes
extranjeros mencionaban que los argentinos no están preparados para estas cosas
con un tufillo de descalificación y de deslegitimar- yo pude encontrar que
los meteorólogos, ambos, tenían una trayectoria impresionante, con invernadas
anteriores en Orcadas, que se dedicaban todos los días a lanzar globos
meteorológicos –globos que subían hasta 20.000, 30.000 mts. de altura para
hacer mediciones de estratósfera, ionósfera, medición de ondas de radio,
trabajo importante para establecer la frecuencia con la que se iba a trabajar
los siguientes años y establecían el detalle de las condiciones de la alta
atmósfera, entonces me llamó la atención suponer que justo se hubieran
equivocado los que más sabían.
Bueno, el libro también aborda
testimonios como los del “Turco” Abraham, que sostiene que no vio nada y que no
da fe de que haya sucedido eso y testimonios de personas que participaron en
los destacamentos que no tienen la misma percepción que los demás, también
están reflejados en el libro; porque la idea como muy bien está expresado en el
encabezado no es decir que los ovnis existen, no es decir que los ovnis no
existen, este libro es para decir que la investigación de los ovnis existe y
que puede hacerse desde diversos abordajes, de hecho hay un capítulo dedicado a
la opinión pública.
L.L.- Las desclasificaciones se
realizaron en Estados Unidos antes que en Argentina ¿Esto sucedió dentro de un
marco de legalidad?
R.M.- Mira María, lo más ilegal es
ocultar. Se desclasificaron primero en Estados Unidos por ejemplo las cartas
del Capitán Omar Roque Pagani, que él mandaba para allá con el encabezado en
inglés y el resto en español, esas cartas tendríamos que tenerlas acá, pero se
han desclasificado en Norteamérica, porque aquí nadie se tomó el trabajo de
desclasificarlas.
Entonces la idea de este libro fue reunir
toda esa información, la de otros países, lo que se ha publicado en revistas
antárticas, no referidas a OVNIs necesariamente. Porque hay datos publicados en
revistas, informes, en determinados lugares, que al tener la posibilidad de
internet en la actualidad, han sido scaneadas y volcadas a la web, anteriormente, en otras
épocas esto era inaccesible.
L.L.- Con respecto al suceso del 3 de
Julio de 1965, que fue tapa de diario Clarín, en su segunda edición del día 7
de Julio, demoró unos días desde el suceso hasta salir en los diarios, sabemos
que los medios dan cobertura inmediata
de lo que es de su conocimiento, ¿qué
generó esa demora, tuvo que ver con alguna autorización para
oficializarlo públicamente?
R.M.- Bueno, vamos a ver las cosas como
son, acá está perfectamente detallado cual fue el ciclo que tuvo la información
en ese momento. Abarco en el libro no solo el suceso de 1965, sino desde 1949 a
1966; en lo que concierne a las observaciones del invierno antártico del 65, se
produjeron avistajes desde junio hasta agosto de ese año, con una observación
tardía británica en noviembre. Esos casos involucraron en total 5 bases –dos
bases argentinas, dos bases británicas y una chilena-. La observación más
famosa que salió a la luz el 7 de julio fue la que se realizó el 3 de julio en
isla Decepción y en el Destacamento Orcadas y la noticia tardó en salir a los
medios porque el 3 de julio a la noche se produce la información, el radiograma
se envía el día 4 de julio a Buenos Aires y es probable que los altos mandos lo
hayan visto el lunes 5 cuando retornaban a sus puestos. Mientras tanto se
produce el hecho de que el día 6 de julio, los matutinos de Santiago (Chile),
publican la información de que se habían observado ovnis desde la Antártida
Chilena.
L.L.- Bueno pareciera que eso fue un
impulsor para que saliera un día después en los periódicos de Argentina
R.M.- Exacto, los chilenos lo hicieron
público a través de un comunicado de la FACh (Fuerza Aérea de Chile), que
validó que se hicieron observaciones de fenómenos que no
pudieron explicarse de ninguna manera convencional, desde la base chilena Aguirre Cerdá en la Isla
Decepción, del Destacamento Naval Decepción de Argentina y del Destacamento
Orcadas, también argentino. Y eso no fue políticamente muy correcto porque si
ellos tuvieron una observación y los demás también, debieron haber contado solo
la suya. También mencionaron que la Base “B” británica había tenido una
observación. Y ya que los chilenos habían sacado todo a la luz…
![]() |
Tapa de diario Clarín del 8 de julio de 1965 donde se confirma el suceso oficialmente (Archivo Clarín) |
![]() |
Tapa diario Clarín 9 de julio de 1965 (archivo Clarín) mencionan la confirmación chilena de haber logrado una fotografía del OVNI. |
Nota: El avistamiento del 3 de julio de
1965 fue tapa de muchos medios gráficos, tapa de diario Clarín – uno de los dos diarios de mayor
tirada de Argentina - tres días consecutivos.
L.L.- Los aspectos tanto geográficos,
como climáticos y psicológicos ¿son un factor influyente a la hora de percibir
fenómenos? ¿Qué tipos de fenómenos han tenido registro en la Antártida? Porque
convengamos que es una zona con tinte especial a que se produzcan..
R.M.- Es un tema que está relatado en el
libro; en Orcadas en el año 1964, se caía la señal cuando trataban de
establecer comunicaciones, quedaron aislados y varios llegaron a percibir cosas
muy extrañas, sin ninguna razón los objetos se caían y se rompían y llegaron a
pensar que el destacamento estaba maldito, lo cual era una situación fuerte. Por
suerte los cocineros encontraron una forma de menguar el problema. Resolvieron
empacar la vajilla y reemplazarla por platos y vasos de metal, entonces se caía
y no se rompía. Este dato está extraído del libro de historias antárticas del
Cap. Carlos Coli, historiador oficial de la Marina. Y hay varios fenómenos que
se han analizado, uno es el “mal antártico” que lo relata muy bien Héctor
Ombroni en su libro “Anécdotas Antárticas de un Radioaficionado”.
L.L.- Hay introspección, en esas
estadías, un encuentro con las luces y sombras propias también, porque
pareciera en sí, que la experiencia antártica es un fenómeno psicosocial, como
una micro cultura, como psicólogo social ¿qué observaciones surgieron al respecto?.
R.M.- Bueno el Turco Abraham con quién
estuve reunido justamente hoy, tuvo 10 campañas antárticas, de alguna manera
organizó su vida en base a esas estadías. En el caso de Tito Burzi llevó un
diario durante su estadía en el año 61 y representó una vivencia que realmente
lo marcó. El siguió como radioaficionado y vinculado con el tema, precisamente
la foto de contratapa es de su autoría. De hecho cuando regresan hay una
desadaptación fuerte y como decía muy bien el meteorólogo Hugo Stanich, ahí se
cae la careta social y la persona se muestra tal cual es.
![]() |
Estadía Antártica registrada en Destacamento Naval Orcadas por Tito Burzi en el año 1961, conforma la contratapa de libro "Los OVNIs de la Antártida" |
Mi idea original era hacer un libro de
anécdotas antárticas, pero me fue ganado tanto el material que empezó a crecer
y vi en internet tanta información pro nazi, tanta desinformación y noté que
cuanto más grande la mentira más se cotiza y cuanto más lejos la pones más
creíble se hace; ¡y muchas las han puesto en la Antártida!.
L.L.- Rubén, ¿aparte del suceso de julio
de 1965, hubo otros avistamientos importantes?
R.M.- Bueno el de 1965 fue el más
conocido, después hubo otros avistamientos. Un caso que me contó un británico
que estuvo en Decepción en 1965, que probablemente vio el OVNI el mismo día que
ellos o un día antes, pero una observación totalmente distinta, muy interesante.
A partir de los reencuentros para generar el libro se fueron dando muchos
relatos que fui recopilando, a favor y en contra de los sucesos OVNI; surgieron
cuantiosos testimonios que hasta el momento no existían y configuran el núcleo
duro de lo que es el libro.
L.L.- Los que no creían ¿a qué
adjudicaban esos sucesos fenoménicos?
R.M.- Por empezar cuando se dice que
salió toda la dotación a ver algo en el cielo, eso no es tal, porque siempre
quedan personas en puestos de trabajo cumpliendo tareas que no pueden ser
dejadas; es una generalización que queda descartada, porque también salir
implica determinada vestimenta, ponerse el equipo toma un tiempo. Luego no
todos salen al mismo tiempo, entonces implica que alguien vio algo y alguien no
lo vio, que alguien vio algo más y alguien vio algo menos; entonces mi tarea
desde la investigación ha sido escucharlos a todos y decir que vio cada uno,
que no vio, que es lo que tienen para cuestionar. Hay diferentes enfoques. Es
un error que está siempre en la ufología, el hablar de un caso y ver quien fue
el testigo principal. El testigo principal normalmente era el que decía el
relato del plato volador más parecido al estereotipo aceptado mundialmente y
después el resto de la familia y observadores, eran considerados los
colaterales que daban otras versiones que no eran escuchadas por los ufólogos.
L.L.- ¿Nunca se habló oficial o
extraoficialmente si en la Antártida sucedieron contactos o abducciones?
R.M.- Se dio un tema, el libro contiene
lo que pude recabar hasta este momento, pero a partir de su publicación
surgieron personas y contactos que me quisieron contar casos.
![]() |
Primera
reunión grupal de invernantes en la Isla Decepción durante 1965, propiciada en
2007 por el autor del libro. (Fotografía perteneciente al archivo del autor e
investigador Rubén Morales)
|
L.L.- ¿Se conoce alguna información de
avistamientos o fenómenos que haya sucedido actualmente o se rigen como el
Vaticano con una cantidad de años determinados para revelar datos?
R.M.- Vamos a partir que son bases
antárticas, tanto argentinas como extranjeras, son organismos militares y
tienen ese código en cuanto a la transmisión de información. De hecho lo que
tiene el material que incluyo en el libro, son hechos que sucedieron hace 50
años, es información que no compromete.
Hay países que han hecho
desclasificaciones, como el caso de Estados Unidos, y notas que esa
desclasificación es selectiva.
L.L.- ¿Rubén y en tu imaginario que
misterios habría en la Antártida?
R.M.- Hay muchos, vos sabes que van
muchos geólogos, biólogos a realizar investigaciones y demás; y así como
estamos hablando del tema OVNI, hay una parte que se dice y una parte que no se
dice ¿Qué sabes de lo demás? Se dice que en la Antártida hay gemas, oro,
petróleo y algunas personas deben estar sacando más detalle de lo que uno cree,
debe estar investigando más de lo que uno cree.
![]() |
Encuentro con el autor Rubén Morales, del que también participó Rosa Sanchez y quien escribe, M. Alvarez (julio 2016) |
Interesantísimos
reportes de avistajes, documentos OVNIs, anécdotas, realmente “LOS OVNIS DE LA
ANTÁRTIDA” me representó un libro-archivo histórico. Decir también que el autor
Rubén Morales, fue galardonado en dos oportunidades con el “Premio Almirante
Irizar” a mejores notas Antárticas, otorgado por el Centro Naval.
Y para
cerrar la nota me gustaría hacerlo con una cita del libro - que recomiendo a
todo aquel que sienta interés o curiosidad por estos temas-:
“La Fuerza Aérea ha examinado 9.127
avistamientos desde 1947 hasta hoy…” “..a la fecha La Fuerza Aérea dice que son
667 los que continúan no identificados…” de “LOS OVNIS DE LA ANTÁRTIDA” Rubén
Morales.
Línea Libre agradece al Autor e Investigador Rubén O. Morales por la
calidad de información compartida, agregando que el subtítulo del libro hace
justicia al contenido porque las historias que lo componen son extraordinarias.
María
S. Álvarez
Buenos
Aires, Argentina
Nota: La
distribución del libro se realiza de modo directo por lo que dejo el e-mail de
contacto para los interesados: rio54ovni@gmail.com